
Oberá, Misiones (Por Myriam Duarte/Fotos: Esteban Baigorri). Una década. Pasaron 10 jóvenes y eternos años. Jóvenes porque era el plazo mínimo que nos propusimos para que este proyecto pudiera caminar solo, y eternos de esfuerzo, trabajo, constancia, sacrificio, luchas, decepciones y también amistades, amores, alegrías, compañerismo, esfuerzo compartido, sorpresas, emociones. Tantas sensaciones, logros y frustraciones sintetizados en poquísimas, escuetas palabras que intentan reflejar el paso de esta década que podría resumirse: lucha constante por el logro de objetivos comunes (hacia adentro) y colectivos (hacia afuera, como miembros de una comunidad).
Pudimos demostrar, con años de esfuerzo y constancia, que no alcanza con ser capaces de analizar la sociedad en que vivimos, sino que para poder ser actores críticos de la historia y del momento hay que juntarse con otros, protestar pero también pensar, proponer, proyectar, planificar, construir, confiar... y correr riesgos juntos. La unión como fortaleza, y el objetivo como norte. Sin perder el camino, sin tomar atajos, sin desviar el rumbo...
Conseguimos constituir al Festival como eje articulador de políticas audiovisuales en todo el NEA, y como punto de referencia y confluencia de todos los realizadores y trabajadores de la cultura de la región, confluyendo en este espacio referentes de la música, el teatro, la poesía, el teatro de títeres, la plástica.


Desarrollo de políticas culturales
Con ese objetivo se generó y consolidaron espacios de charlas y trabajo; punto de partida fue en el año 2007 el Foro Entre Fronteras que desde entonces nunca dejó de reunirse (en forma itinerante, en la Región que denominamos Guayrá, en Asunción, Santa María, Brasil; Resistencia, Chaco; y Oberá) y generó avances enormes en el desarrollo de políticas culturales con perspectiva de frontera, estas fronteras nuestras que lejos de separarnos cada vez más, son elementos de unión entre los pueblos y entre los trabajadores de la cultura que desempeñan su tarea en el ámbito popular y comunitario.

En términos humanos, políticos y sociales. No sólo fuimos testigos, sino además partícipes directos y activos de los enormes avances en política audiovisual en el país, que estamos decididos a sostener y cimentar para que se plasmen de manera realmente participativa y federal, lucha que recién comenzó, y en la que no vamos a claudicar.
Fueron muchos los que de una u otra forma, por años o días contribuyeron a consolidar esta propuesta, y son parte por lo tanto de cada desafío y logro. Sabemos que todos ellos redoblarán el esfuerzo y enfrentarán los nuevos desafíos con el mismo ímpetu, honestidad y la alegría que lo venimos haciendo como equipo humano desde hace 10 maravillosos años.

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