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14 sept 2012

Juan "Cambá" Rojas, vive con tres hermanas y tiene 35 hijos

El Paraje Siete Estrellas está ubicado a unos 22 kilómetros de la zona urbana de San Pedro. En una chacra donde hay criaderos de cerdos, gallinas, con potreros y huertas viven Juan Alberto "Cambá" Rojas, sus tres mujeres (hermanas entre sí) Ana, Erica y Luisa Drecheris, con 18 de los 35 hijos que tienen en común con Rojas. En realidad, este hombre de 59 años que nació en Corrientes, tuvo una primera mujer con la que engendró seis hijos, después se casó con la mayor de las hermanas Drecheris, por lo que en realidad tiene 41 hijos en total, todos viven y están reconocidos.
Cuando los cronistas de PRIMERA EDICION llegaron a la chacra de "Cambá" Rojas, sólo estaban dos de sus mujeres, Erica y Luisa, la tercera se encontraba en Buenos Aires acompañando a una de sus hijas que esperaba ser operada de los ojos. Tampoco se encontraba Rojas, ya que durante la semana se instala en un campamento dentro del monte, conocido como Las Minas -a unos 15 kilómetros de Siete Estrellas- con algunos de sus hijos para realizar desmontes.

San Pedro, Misiones (Patricia López Espínola/ Fotos: Rodolfo Saldaña). Hasta ahí se trasladaron periodista y fotógrafo para entrevistarlo. Se trata de un camino inhóspito por el que los últimos tres kilómetros para llegar al campamento hay que hacerlos a pie, sorteando barro y malezas, es imposible entrar con vehículo. "Cambá" Rojas es un personaje muy conocido en la zona. Delgado, morocho y simpático responde con soltura sobre la particularidadde su vida compartida con tres hermanas, rubias, fuertes, descendientes de alemanes y entre las cuales no hay celos ni cuestiones posesivas. "Lo que abunda no daña", sintetiza  Rojas a la hora de explicar su historia.

"Yo me casé a los 19 años con la 'mayora' de las hermanas (Ana Frida, 58 años). Teníamos tres hijos, de golpe murió el padre de ellas y se encontraron solas con la madre. Me ocupé de ellas, prácticamente estaban huérfanas. Vinieron a vivir a la casa de la hermana (su primera mujer), y después cuando fueron creciendo se dio naturalmente la convivencia. Ahí entraron en un acuerdo entre ellas de vivir todas juntas conmigo. Seguramente me habrán encontrado capaz. Todo se dio naturalmente", insiste convencido.

¿Don Rojas usted se acuerda realmente cuántos hijos tiene?
Si no hago mal las cuentas creo que tengo 35 hijos con las tres hermanas; pero ya antes, siendo más jovencito tuve seis con otra mujer, todos llevan mi apellido y ahí andan por todo el país. Algunos en Beriso, La Plata, en Entre Ríos y acá en Misiones. No me acuerdo bien la edad de todos, pero sí sé que el mayor tiene 39 y la menor dos años.
¿Cómo hace para mantener tres mujeres y en algún momento tantos hijos juntos?
Como me ven ahora, trabajando. Ustedes habrán sentido en su propio cuero cuántos kilómetros hay que hacer para llegar hasta acá donde estoy haciendo desmontes para poder producir. Así fue siempre, no estoy robando, ni explotando a la gente. Trabajo en la plantación de maíz, porotos, mandiocas y en la chacra criamos chanchos, vacas y gallinas. Acá no hay otra cosa para explotar, no hay oro, ni plata.

¿Toda su vida fue un hombre de trabajo?
Absolutamente. Gracias a Dios no tengo ni un problema con nadie. Mi conducta es limpia y clara. En cualquier lugar de la Argentina puedo ir con la frente limpia. Nunca hice mal, al contrario, lo único que hice fue poblar este país. En toda la provincia usted puede preguntar por "Cambá" Rojas y nadie le va a hablar mal de mí, siempre tuve una conducta intachable.

¿Conoce otros casos como el suyo de un solo hombre viviendo con tantas mujeres?
No, creo que no hay, al contrario los que conozco tienen cinco, seis hijos y los abandonan tanto a la mujer como a los hijos. Yo hasta ahora no abandoné a ningún hijo. Usted habrá visto en mi casa que todos están bien alimentados, son sanos y robustos y las senoras están contentas. Casa y comida no les falta porque yo ocupo mi tiempo en el trabajo, a mí no me van a ver por ahí jugando o tomando tragos. Vivo para darle un buen futuro a la familia, y no me van tan mal, usted ya vio.

¿Cómo es la vida cotidiana con sus mujeres? ¿No hay celos entre ellas?
La vida es normal, a lo mejor se ponen celosas, sólo que a mí no me dicen nada. Nunca me pegaron (risas), convivimos entre todos sin problemas.

Usted debe ser un hombre fuerte para complacer a tantas mujeres, ¿no?
Por lo menos cuando me baño (risas). No, en serio, nunca hubo problemas de celos o posesiones, gracias a Dios, o si no imagínese lo que sería de mí.

¿Cuál es el secreto para tener tanta energía?
Yo pienso que viene por naturaleza, porque somos cinco hermanos varones y los otros viven con una sola mujer. Es una cosa natural porque le puedo asegurar que acá no hay nada artificial.

¿Usted las quiere a las tres por igual?
-Sí ... Desde la más vieja hasta la más nueva porque conviven bien conmigo. Se portan bien, me atienden, y sobre todo cuidan a mis hijos sin ninguna clase de distincíón.

¿Qué pasaría si alguna de sus hijas continuara el camino de las madres. Si algún hombre decidiera vivir con tres de ellas? Como le caería?
Muy mal, no me parecería nada bien...

¿Pero usted lo hizo?
Fue un caso excepcional. En ese momento las hermanas se quedaron sin padre y sin protección y vieron que yo podía ser capaz de cuidarlas. No es éste el caso. Aunque el poder es un querer y el querer es un poder. Yo entiendo que esto viene de lo alto, se da una sola vez y como algo especial. En todo caso tendría que morir yo para que se dé otro caso semejante. Mientras yo viva siempre las voy a proteger.

Si usted pudiera remontarse en el tiempo y elegir esta vida ¿la volvería a tener?
Sí, toda la vida elegiría esto. Se dio así y no estoy arrepentido. A algunos les molesta, a mis hermanos por ejemplo, pero la verdad es ésta ¿para qué lo voy a ocultar?

"Soy peronista de toda la vida"
 Juan "Cambá" Rojas dice ser peronista de toda la vida, Trabajé en las mesas como fiscal durante las eleccíones; muchas veces fui puntero, trabajé en las bases y ayudé en la última campaña. Pero eso no quiere decir que me hayan dado alguna ayuda nunca, los apoyé porque soy un tipo fiel con el partido. Desde los 20 años que soy peronista. Esta última vez me dijeron que si ganaban las elecciones me iban a ayudar, pero todavía estoy esperando. Todo lo que tengo es fruto de mi trabajo, en el monte y el esfuerzo de mis gurises. Pero soy y seguiré siendo peronista porque ya lo traigo de cuna y no me gusta la traición. Siempre voy de frente y no me podría pasar a otro partido.

¿Cómo ve en general la situación en la chacra? Usted tuvo que venir del pueblo de Campo Grande a San Pedro...
-Sí, la situación no andaba bien allá y decidí dejarle aquella chacra a mi hijo. Yo trabajé toda mi vida con el cultivo, acá la tierra es más fértil, hay quebradas pero con pocas piedras. Tengo más posibilidades de plantar. Ahora sólo estoy esperando que la provincia me de estas tierras que son del fisco, porque ganas de trabajar no me faltan.

¿Cree que para los pequeños colonos como usted las cosas están mejor ahora que antes?
-No, estamos mal. La yerba que es el producto madre no tiene salida, no hay efectivo. Para conseguir unas mercaderías tenemos que andar cambalacheando. La tierra es fértil, ahora estamos macheteando el monte y raleando algunos arbustos para hacer después la plantación. 

¿Cómo está San Pedro en cuanto a la atención de la salud, por ejemplo?
No estamos bien en ese sentido. Por suerte los chicos son sanos, pero las veces que necesitamos ir al hospital es un problema; tenemos que recurrir a Campo Grande porque acá nunca hay nada. La otra vez un chico mío se rompió una pierna y para lograr que le apliquen un calmante, casi tuve que obligar al médico, porque cuando hay una cosa falta la otra. Tuvimos que llevarlo en un camión al otro pueblo porque para conseguir una ambulancia si uno no cuenta con efectivo no pasa nada. Con el intendente (Luis Castro) andamos bien, pero nunca le pedí nada y él tampoco me da, aún sabiendo que tengo tantos chicos y que puedo necesitar leche, mercaderías, zapatillas.

¿Y usted cómo anda de salud?
-En este momento bastante bien. Hace poco tuve un derrame, estuve sangrando desde las once de la noche hasta las siete de la mañana sin parar, ahí aparentemente se me terminó la sangre; al ver que estaba más muerto que vivo, me aplicaron suero en el hospital. Ahora ya estoy bien. Siempre fui un tipo fuerte.

¿Qué espera para sus hijos?
Yo le di muchos hijos a esta provincia y espero que ella les dé bienestar para su futuro. Les enseñé respeto, están bien aprendidos, algunos sirviendo a la patria están bajo bandera, otros trabajan en la Policía de la provincia, los más chicos estudian, ninguno es analfabeto. O sea que están bien preparados para defenderse en la vida.

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