El Paraje Siete Estrellas está ubicado a unos 22 kilómetros de
la zona urbana de San Pedro. En una chacra donde hay criaderos de
cerdos, gallinas, con potreros y huertas viven Juan Alberto "Cambá" Rojas, sus
tres mujeres (hermanas entre sí) Ana, Erica y Luisa Drecheris, con 18 de
los 35 hijos que tienen en común con Rojas. En realidad, este hombre de
59 años que nació en Corrientes, tuvo una primera mujer con la que engendró seis hijos, después
se casó con la mayor de las hermanas Drecheris, por lo que en realidad
tiene 41 hijos en total, todos viven y están reconocidos.
Cuando los cronistas de PRIMERA EDICION llegaron a la chacra de "Cambá"
Rojas, sólo estaban dos de sus mujeres, Erica y Luisa, la tercera se
encontraba en Buenos Aires acompañando a una de sus hijas que esperaba ser
operada de los ojos. Tampoco se encontraba Rojas, ya que
durante la semana se instala en un campamento dentro del monte, conocido
como Las Minas -a unos 15 kilómetros de Siete Estrellas- con algunos
de sus hijos para realizar desmontes.
San Pedro, Misiones (Patricia López Espínola/ Fotos: Rodolfo
Saldaña). Hasta ahí se trasladaron periodista y fotógrafo para entrevistarlo. Se trata de un camino inhóspito por el que los
últimos tres kilómetros para llegar al campamento hay que hacerlos a
pie, sorteando barro y malezas, es imposible entrar con vehículo.
"Cambá" Rojas es un personaje muy conocido en la zona. Delgado, morocho y
simpático responde con soltura sobre la particularidadde su
vida compartida con tres hermanas, rubias, fuertes, descendientes de
alemanes y entre las cuales no hay celos ni cuestiones posesivas.
"Lo que abunda no daña", sintetiza Rojas a la hora de explicar
su historia.
"Yo me casé a los 19 años con la 'mayora' de las
hermanas (Ana Frida, 58
años). Teníamos tres hijos, de golpe murió el padre de ellas y se
encontraron solas con la madre. Me ocupé de ellas, prácticamente estaban
huérfanas. Vinieron a vivir a la casa de la hermana (su primera mujer),
y después cuando fueron creciendo se dio naturalmente la convivencia.
Ahí entraron en un acuerdo entre ellas de vivir todas juntas
conmigo. Seguramente me habrán encontrado capaz. Todo se dio
naturalmente", insiste convencido.
¿Don Rojas usted se acuerda realmente cuántos hijos tiene?
Si no
hago mal las cuentas creo que tengo 35 hijos con las tres hermanas;
pero ya antes, siendo más jovencito tuve seis con otra mujer, todos
llevan mi apellido y ahí andan por todo el país. Algunos en Beriso, La
Plata, en Entre Ríos y acá en Misiones. No me acuerdo bien la edad de
todos, pero sí sé que el mayor tiene 39 y la menor dos años.
¿Cómo hace para mantener tres mujeres y en algún momento tantos hijos juntos?
Como
me ven ahora, trabajando. Ustedes habrán sentido en su propio cuero
cuántos kilómetros hay que hacer para llegar hasta acá donde estoy
haciendo desmontes para poder producir. Así fue siempre, no estoy
robando, ni explotando a la gente. Trabajo en la plantación de maíz,
porotos, mandiocas y en la chacra criamos chanchos, vacas y gallinas.
Acá no hay otra cosa para explotar, no hay oro, ni plata.
¿Toda su vida fue un hombre de trabajo?
Absolutamente. Gracias a
Dios no tengo ni un problema con nadie. Mi conducta es limpia y clara.
En cualquier lugar de la Argentina puedo ir con la frente limpia. Nunca
hice mal, al contrario, lo único que hice fue poblar este país. En
toda la provincia usted puede preguntar por "Cambá" Rojas y nadie le va a
hablar mal de mí, siempre tuve una conducta intachable.
¿Conoce otros casos como el suyo de un solo hombre viviendo con tantas mujeres?
No,
creo que no hay, al contrario los que conozco tienen cinco, seis hijos y
los abandonan tanto a la mujer como a los hijos. Yo hasta ahora no
abandoné a ningún hijo. Usted habrá visto en mi casa que todos están
bien alimentados, son sanos y robustos y las senoras están contentas.
Casa y comida no les falta porque yo ocupo mi tiempo en el trabajo, a mí
no me van a ver por ahí jugando o tomando tragos. Vivo para darle un
buen futuro a la familia, y no me van tan mal, usted ya vio.
¿Cómo es la vida cotidiana con sus mujeres? ¿No hay celos entre ellas?
La
vida es normal, a lo mejor se ponen celosas, sólo que a mí no me dicen
nada. Nunca me pegaron (risas), convivimos entre todos sin problemas.
Usted debe ser un hombre fuerte para complacer a tantas mujeres, ¿no?
Por lo menos cuando me baño (risas). No, en serio, nunca hubo problemas de
celos o posesiones, gracias a Dios, o si no imagínese lo que sería de
mí.
¿Cuál es el secreto para tener tanta energía?
Yo pienso que viene
por naturaleza, porque somos cinco hermanos varones y los otros viven
con una sola mujer. Es una cosa natural porque le puedo asegurar que acá
no hay nada artificial.
¿Usted las quiere a las tres por igual?
-Sí ... Desde la más vieja
hasta la más nueva porque conviven bien conmigo. Se portan bien, me
atienden, y sobre todo cuidan a mis hijos sin ninguna clase de
distincíón.
¿Qué pasaría si alguna de sus hijas continuara el camino
de las madres. Si algún hombre decidiera vivir con tres de ellas? Como
le caería?
Muy mal, no me parecería nada bien...
¿Pero usted lo hizo?
Fue
un caso excepcional. En ese momento las hermanas se quedaron sin padre y
sin protección y vieron que yo podía ser capaz de cuidarlas. No es éste
el caso. Aunque el poder es un querer y el querer es un poder. Yo
entiendo que esto viene de lo alto, se da una sola vez y como algo
especial. En todo caso tendría que morir yo para que se dé otro caso
semejante. Mientras yo viva siempre las voy a proteger.
Si usted pudiera remontarse en el tiempo y elegir esta vida ¿la volvería a tener?
Sí,
toda la vida elegiría esto. Se dio así y no estoy arrepentido. A
algunos les molesta, a mis hermanos por ejemplo, pero la verdad es ésta
¿para qué lo voy a ocultar?
"Soy peronista de toda la vida"
Juan "Cambá" Rojas dice ser
peronista de toda la vida, Trabajé en las mesas como fiscal durante las
eleccíones; muchas veces fui puntero, trabajé en las bases y ayudé en la
última campaña. Pero eso no quiere decir que me hayan dado alguna
ayuda nunca, los apoyé porque soy un tipo fiel con el partido. Desde los 20
años que soy peronista. Esta última vez me dijeron que si ganaban las
elecciones me iban a ayudar, pero todavía estoy esperando. Todo lo que
tengo es fruto de mi trabajo, en el monte y el esfuerzo de mis gurises.
Pero soy y seguiré siendo peronista porque ya lo traigo de cuna y no me gusta
la traición. Siempre voy de frente y no me podría pasar a otro partido.
¿Cómo ve en general la situación en la chacra? Usted tuvo que venir del pueblo de Campo Grande a San Pedro...
-Sí,
la situación no andaba bien allá y decidí dejarle aquella chacra a mi
hijo. Yo trabajé toda mi vida con el cultivo, acá la tierra es más
fértil, hay quebradas pero con pocas piedras. Tengo más posibilidades
de plantar. Ahora sólo estoy esperando que la provincia me de estas
tierras que son del fisco, porque ganas de trabajar no me faltan.
¿Cree que para los pequeños colonos como usted las cosas están mejor ahora que antes?
-No,
estamos mal. La yerba que es el producto madre no tiene salida, no hay
efectivo. Para conseguir unas mercaderías tenemos que andar
cambalacheando. La tierra es fértil, ahora estamos macheteando el monte y
raleando algunos arbustos para hacer después la plantación.
¿Cómo está San Pedro en cuanto a la atención de la salud, por ejemplo?
No estamos bien en ese sentido. Por suerte los chicos son sanos, pero las veces que necesitamos ir al hospital es un problema;
tenemos que recurrir a Campo Grande porque acá nunca hay nada. La otra
vez un chico mío se rompió una pierna y para lograr que le apliquen un
calmante, casi tuve que obligar al médico, porque cuando hay una cosa
falta la otra. Tuvimos que llevarlo en un camión al otro pueblo porque
para conseguir una ambulancia si uno no cuenta con efectivo no pasa
nada. Con el intendente (Luis Castro) andamos bien, pero nunca le pedí
nada y él tampoco me da, aún sabiendo que tengo tantos chicos y que
puedo necesitar leche, mercaderías, zapatillas.
¿Y usted cómo anda de salud?
-En este momento bastante bien. Hace poco tuve un derrame, estuve sangrando desde las once de la noche hasta las siete de la
mañana sin parar, ahí aparentemente se me terminó la sangre; al ver que
estaba más muerto que vivo, me aplicaron suero en el hospital. Ahora ya
estoy bien. Siempre fui un tipo fuerte.
¿Qué espera para sus hijos?
Yo le di muchos hijos a esta
provincia y espero que ella les dé bienestar para su futuro. Les enseñé
respeto, están bien aprendidos, algunos sirviendo a la patria están bajo
bandera, otros trabajan en la Policía de la provincia, los más chicos
estudian, ninguno es analfabeto. O sea que están bien preparados para defenderse en la vida.
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