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5 oct 2012

Ultraje a la infancia

De cada diez chicas que desaparecen en Misiones por año, a siete se las traga la tierra. “Esto es literal, no se trata de una metáfora”, explicaron los representantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); quienes participaron a fines de 2006 del Seminario Trinacional, Marco Jurídico para la Lucha Contra Trata de Personas que se realizó en la Triple Frontera. Deducen que las que desaparecen están involucradas en “alta trata”, es decir, que las trasladan al exterior, o directamente las matan. La mayoría son menores de 18 años.

Posadas, San Vicente, Paraná (Misiones, Entre Ríos/ Por Patricia López). Así de trágico es el destino de cientos de mujeres misioneras que son llevadas fuera de la provincia, algunas bajo engaños, con la promesa de una vida mejor y otras directamente son secuestradas.
Es el caso de una niña de 14 años (A.Y.A.), de San Vicente, quien fue raptada hace unos meses por personas que merodeaban en su barrio. La niña fue rescatada el miércoles, gracias a la intervención de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Misiones, el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, la Policía Comunitaria -a cargo del comisario Walter Milogis- y la Policía y la Subsecretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de Entre Ríos. La menor, devuelta a Misiones, ya se encuentra en su hogar, junto a su familia biológica.

Desesperado mensaje de texto
En el momento de ser secuestrada, la niña que el sábado cumplió 15 años, estaba en la casa de uno de sus hermanos y, según la información obtenida por este medio, “fue entregada por su madrastra”.
A.Y.A. estaba bajo tratamiento psiquiátrico, después que -cuando lo tenía a su cuidado- uno de sus sobrinos se le escapó de las manos y fue atropellado por un auto.
“Mi hija no está bien de la cabeza, la atendía un psicólogo de la Línea 102. El 4 de junio tenía una audiencia en el Juzgado -por la muerte de uno de mis nietos- y como no se presentó, la fuimos a buscar; así supimos que había desaparecido”, relató a La Capital del Nordeste, Orlanda Antúnez (45), horas antes de que la policía entrerriana realizara el allanamiento que permitió rescatar a su hija de una whiskería ubicada en la localidad de Chajarí, Entre Ríos.
Inmediatamente, la familia de la menor realizó la denuncia a la Policía y tomó intervención el Juzgado de Instrucción 3 a cargo de Juan Carlos Cantero. “Todos los días rezo para que haya alguna novedad de mi hija”, dijo la mujer que sobrevive con un Plan Jefas de Hogar y tiene 15 hijos (diez mujeres y cinco varones).
“Estoy muy preocupada por lo que está viviendo allá lejos. Sabemos, por otra chica que estuvo secuestrada con ella -y que pudo escapar- que la tienen en una whiskería en el cruce con Gualeguaychú (Entre Ríos). La llevaron engañada y la obligan a prostituirse. Hace un mes, ella mandó un mensaje al celular de su hermana, hicimos la denuncia en la comisaría y ellos dieron intervención a la Justicia. Es más, el juez Cantero llegó a hablar con mi hija por teléfono; ella le contó que estaba en un boliche que se llama La Farola, que la encierran hasta las seis de la tarde y a esa hora la liberan para que trabaje con los clientes. Una vez intentó escaparse y la pescaron, y después la maltrataron mucho…”, confió la madre, con la voz entrecortada, horas antes de que le comunicaran que habían rescatado a su hija.
Orlanda Antúnez dijo que en medio de su desesperación, su hija, también escribió en otro mensaje de texto, que envió a su hermana, que si no la ayudaban a salir de ahí, se iba a ahorcar, como lo había hecho otra chica. “Mi hija nos contó que un vigilador las cuida permanentemente. Ella tiene miedo”.

¿Qué es la trata de personas?

Misiones, con Chaco, Tucumán y Paraguay, es un punto obligado de reclutamiento de chicas con destino a la trata de personas. Los lugares de recepción para explotarlas son Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Río Negro.
En 2006, en Buenos Aires, desaparecieron más de 400 mujeres por ésta práctica, según destaca un estudio que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) realizó en Argentina, Chile y Uruguay, en el marco de una campaña de la entidad para combatir esta forma de esclavitud moderna.
La trata de personas es la captación, transporte, traslado o recepción de personas con fines de explotación y ejercicio de la prostitución u otras formas de comercio sexual, los trabajos o servicio forzados, el sometimiento a condiciones de esclavitud y servidumbre.
La trata de personas es un delito internacional y una falta a los DDHH hacia las que son explotadas y engañadas al ser trasladadas de un lugar a otro. En cambio, el tráfico de personas es un delito contra un Estado. Alguien, a sabiendas no está cumpliendo con las reglas de un país, burla los sistemas de seguridad en las fronteras falsificando documentos, o incumpliendo con las normas de una Nación.

Red nacional contra la trata
Hace unos meses y en el marco del curso de formadores para luchar contra la trata de personas, organizado por el Proyecto de Fortalecimiento Institucional sobre Trata (FROINTRA) y la OIM, policías de 22 provincias (entre ellas Misiones), crearon una red para trabajar en prevención y lucha contra este mal.
Además, la policía de otras provincias pide información de misioneras que detectan, y en ese caso, la red establece medios de vida, modalidad y las pone en contacto con sus familiares para saber si están por voluntad o secuestradas. Las suelen trasladar en transporte públicos o autos particulares.

En espera de un marco legal
En el Congreso existe un proyecto de ley contra la Trata de Personas: protección y asistencia a las víctimas, del diputado nacional por Río Negro, Oscar Massei, que espera tratamiento parlamentario. Buscan así cumplir con el compromiso asumido por la Nación ante la comunidad internacional, mediante la Ley 25.632, adoptando las medidas de prevención, persecución penal y protección y asistencia a las víctimas.
A diferencia de otros, éste proyecto incorpora nuevos tipos penales para perseguir a reclutadores y proxenetas, y reconocerá el delito de “trata de personas”, con penas de 3 a 18 años de presión.
Algunos artículos contemplan condenas de 6 a 18 años de prisión cuando la víctima es menor de 13 años o el autor hiciera de la trata de personas una actividad habitual. El proyecto contempla que el consentimiento prestado por la víctima carecerá de todo valor para eximir de responsabilidad a los autores y advierte que la Justicia penará a los autores que organicen o financien total o parcialmente estas actividades.

Contener a las víctimas
Si el proyecto de Massei es ley, la Argentina tendrá un Programa Nacional de Asistencia a Víctimas de Trata de Persona. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) “sólo existen programas de asistencia de emergencia, que se agravan porque en el país la legislación sólo contempla la protección de testigos para el narcotráfico.
En la mayoría de los casos, las autoridades buscan eludir la problemática de la reinserción de las víctimas, apurando los retornos de éstas a sus lugares de origen cuando, generalmente, la red que las reclutó sigue operando.

No hay punibilidad

El proyectode ley contempla que las víctimas de trata de personas no son punibles por la comisión de delitos relacionados con migración, prostitución o cualquier otro que sea resultado directo de haber sido objeto de trata de personas.
Las víctimas no podrán ser alojadas en cárceles, establecimientos penitenciarios, policiales o destinados al alojamiento de personas arrestadas o detenidas. En el marco del Programa Nacional creado por esta ley, deberán contemplarse los planes y acciones específicas, asistencia inmediata como el retorno a su lugar de origen si así lo solicitan; alojamiento y alimentación adecuada, para ellas y para las personas a su cargo y cuidado; atención médica, psicológica y material; y asesoramiento jurídico.
Cuando las víctimas sean menores de edad, la autoridad de aplicación procurará que las medidas tengan en cuenta su vulnerabilidad y sus necesidades especiales.

Quinceañeras engañadas
Es muy frecuente leer en la sección policial de los diarios, casos como éste donde “Personal de Gendarmería Nacional detuvo a una mujer de 33 años, en momentos en que iba a abordar un micro desde la Terminal de Posadas hacia Paraná (Entre Ríos), con dos menores posadeñas de 15 años, a quienes presuntamente llevaba bajo engaños para luego hacerlas ejercer la prostitución, según fuentes de esa fuerza federal”.
El operativo se realizó a principios de junio, en un control efectuado en la Terminal de Omnibus. Cuando los efectivos le solicitaron la documentación correspondiente a las adolescentes con el objetivo de identificarlas, éstas dijeron que no lo tenían en su poder, en tanto que cuando se les preguntó si alguien las acompañaba, respondieron que estaban en compañía de una señora mayor.
Una vez identificadas, los gendarmes establecieron que las menores son oriundas de Posadas, mientras que la persona mayor arrestada es de Paraná (Entre Ríos). De averiguaciones efectuadas momentos después y producto de las contradicciones que evidenciaban en sus manifestaciones, los uniformados constataron que las adolescentes habían sido engañadas por la mujer entrerriana, quien en una primera instancia les habría dicho que las llevaría a trabajar a Paraná como empleadas domésticas y que ganarían mucho dinero, lo que las habría seducido.

Reclutamiento y explotacion sexual

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), consignó que Misiones es área principal de reclutamiento de mujeres en Argentina para su posterior explotación sexual y laboral. Entre diciembre de 2006 y marzo de este año, se relevaron 47 causas penales por delitos vinculados con trata de personas. Se realizaron 55 entrevistas entre funcionarios nacionales y provinciales, del ámbito legislativo, de la Justicia e integrantes de ONGs. Según la pesquisa de la OIM, por una mujer se paga entre 100 y 5.000 pesos, depende de la zona, edad y características de la calidad de lo obtenido, con distintas técnicas de secuestro o engaño.
La práctica más común de captación es el engaño; pero también está extendido el secuestro, particularmente en el Noroeste. La tarea de campo realizada por la OIM reveló que de Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos provienen los proxenetas más importantes que operan en las redes de trata de personas, algunos de los cuales regentean hasta 30 mujeres, que alquilan a distintas whiskerías de distintos lugares del país para luego rotarlas en otros puntos previamente convenidos.
La trata de las personas genera ingresos anuales de 32.000 millones de dólares en el mundo, el 85% de ese dinero proviene de la explotación sexual, que sólo en América Latina y el Caribe captó 100.000 víctimas durante 2006, según un relevamiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Amenazas en la Triple Frontera

La OIM denunció amenazas sufridas por miembros del organismo en la Triple Frontera, después del lanzamiento de una campaña de concientización contra la trata de personas. El representante de la OIM en la regíon, Eugenio Ambrosi consideró que es "una reacción que muestra que la campaña contra la trata está en la dirección correcta. Pero como toca intereses muy importantes, las redes de tratantes tuvieron esa reacción", expresó en rueda de prensa en Buenos Aires, junto con la titular del Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI) de Argentina, María José Lubertino.
Añadió que son conscientes de que trabajar con estos temas es "arduo", porque están enfrentando "intereses mafiosos". Resaltó la necesidad de que la Argentina cuente con una ley que tipifique la trata de personas como un delito federal.
"Luchamos por un cambio cultural que implica la concientización de la sociedad de un tema que es naturalizado o convertido en invisible, ya que muchos conocen lugares donde se somete a niñas y mujeres adultas; pero miran para otro lado", denunció Lubertino ante la prensa.

Desaparecen una o dos por año

El comisario general Miguel Angel Blanco, jefe de la Unidad Regional de San Vicente señaló a La Capital del Nordeste, que el caso de A.Y. está en manos de la Justicia, y se pudo resolver gracias un exhorto que liberó el juez de Instrucción 3, Juan Carlos Cantero, que permitió rescatar a la joven en cuestión.
“El juez mantuvo una comunicación con el magistrado de Entre Ríos, en cuya jurisdicción estaba la chica. La madre hizo la denuncia que después fue ampliada con la declaración de otra misionera que estuvo secuestrada en el mismo prostíbulo de Entre Ríos, y pudo escapar. Esta chica -de nombre Eugenia- declaró que vio a esta jovencita que estamos buscando y la obligaban a prostituirse. Sabemos que había muchas chicas en esas condiciones en ese mismo lugar”, manifestó Blanco.
Si bien no quiso arriesgar datos estadísticos, el comisario afirmó que en la zona de San Vicente, ocurren uno o dos casos al año como el de ésta menor. “Cuando se detecta a chicas que desaparecen, se las busca para restituirlas a su hogar, se realizan las actuaciones bajo la responsabilidad y la facultad del juez que entiende en la causa para llegar a un buen final, aunque muchas veces no es posible”, lamentó.

El rescate

La libertad de A.Y.A., la niña de San Vicente se logró gracias al trabajo coordinado de la Justicia, fuerzas policiales y organismos misioneros y entrerrianos. La secretaria a cargo del la Subsecretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de Entre Ríos -cuyo titular es Carlos Cabrera- fue una de las artífices de este rescate junto a la doctora María Olivi, defensora de Menores de aquella provincia. Valeria Martínez, especialista en la prevención de trata de personas, habló en exclusiva con La Capital del Nordeste sobre el drama que vivió A.Y.A. antes de ser devuelta a su hogar. “La historia de esta chica es terrible, hace un tiempo ya la habían sacado bajo engaños de su pueblo para prostituirla, logró escapar con la ayuda de otras mujeres y regresó a San Vicente. Pero poco después, nuevamente la volvieron a reclutar. Esta vez la pudimos rescatar porque recibimos un fax del comisario Walter Milogis sobre la situación de esta nena. A partir de ahí hicimos los contactos sobre dónde estaba esa whiskería porque en el mensaje que le envió a la familia decía que estaba en Chajarí con otras chicas de San Vicente. Pero en ese prostíbulo, la única menor de edad y misionera era ella. Estaba con el nombre y la edad cambiada, porque además aparenta más años de lo que realmente tiene, y por supuesto estaba amenazada”.
Martínez remarcó que en casos como éste generalmente interviene la Oficina de Atención a las Víctimas de Tratas; “pero con esta niña por ser menor tuvo que actuar la Defensoría. Después del allanamiento al prostíbulo de Chajarí,detuvieron a siete personas y ahora queda por investigar cuántas chicas “desaparecidas” de la localidad de San Vicente, están en Chajarí y Gualeguaychú, ya que la Dirección de Investigaciones maneja datos de muchas otras mujeres de San Vicente explotadas sexualmente en esas dos localidades entrerrianas. (Publicado en Junio de 2007)

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