La investigación iniciada hace varios meses en esta ciudad por
adopciones irregulares de niños de madres paraguayas, arrojó resultados
sorprendentes ya que se habría probado -en algunos casos- la existencia
del delito de supresión de identidad de los menores. En forma conexa se
descubrieron otros actos ilegales cometidos durante las tramitaciones
para “blanquear” las entregas de los chicos a sus “padres adoptantes”,
tales como falsificación de documentos. La causa, en la que estaría
involucrada una presunta red, se lleva adelante en el Juzgado de
Instrucción II de Posadas, a cargo de José Luis Rey.
Secuestros de expedientes
Posadas, Misiones (Por PLE). Si
bien el magistrado se mostró hermético al momento de brindar cualquier
información sobre las pesquisas a su cargo, trascendió que tendría una
lista de siete nombres de personas involucradas, de las cuales al menos
tres son abogados de un reconocido estudio jurídico posadeños, además de
dos obstetras y de una trabajadora social.
Desde que comenzó esta
investigación, el juez ordenó más de una decena de trámites con la
finalidad de corroborar las denuncias de dos chicas paraguayas, una de
ellas menor de edad, que quieren recuperar a sus hijos.
Entre esas medidas impulsadas por Rey hubo secuestros de expedientes en
un Juzgado de Familia,
de historias clínicas, allanamientos a sanatorios, además de
declaraciones testimoniales y diligencias en el Registro de las
Personas, donde verificaron documentaciones relacionadas a inscripciones
de recién nacidos.
Además,
localizaron en Buenos Aires a los padres adoptivos, a quienes se citó
para mediados de este mes a una audiencia obligatoria con las madres
biológicas. Rey citaría a indagatoria a los letrados y médicos que
estarían involucrados en estos casos de supresión de identidad y
adopciones irregulares.
A partir de ahí, se tomará su tiempo para establecer si se está o no
ante una asociación ilícita, en cuyo caso deberá definir roles,
protagonistas y conductas repetitivas.
Este diario pudo saber que
al profundizarse las investigaciones se detectaron casi una decena de
casos de adopciones irregulares tramitadas en diferentes Juzgados de
Familia. Los propios magistrados habrían colaborado en las detecciones y
separado los expedientes “dudosos” que ya obrarían en poder del juez
Rey.
Llama la atención que en casi todos aparece siempre una misma abogada,
cuyo nombre se hizo no-
torio a partir de su actuación en la defensa de un miembro de la
Justicia provincial. Sería la misma que ya figuraba en otra
investigación iniciada en febrero último por la Seccional Séptima, donde
dos chicas embarazadas de la zona de Villa Cabello denunciaron que
intentaron comprar a sus hijos.
En esa oportunidad la letrada y
otras personas sólo estuvieron demoradas por algunas horas. La gravedad
de esta situación estaría en las formas en que se tramitaron las
adopciones. Si bien las madres biológicas -todas indocumentadas- dieron
sus verdaderos nombres (al menos eso es lo que se cree), dijeron ser
argentinas y los trámites se realizaron con numeración de documentos de
este país. Esos números corresponderían a documentos de identidad de
otras personas. Esto constituiría el primer paso para la supresión de
identidad, ya que si alguna vez la persona adoptada pretende conocer a
sus padres biológicos no podrá hacerlo.
Otro escollo al buscar su
origen es que posiblemente también se incurrió en la falsedad del
informe socioambiental de la madre biológica. De este modo nunca podrán
encontrar los lazos de sangre, situación que se agravaría si necesitara
someterse a un trasplante de órganos, donde la única posibilidad de
vivir pasa por la donación de un hermano o de sus padres.
“Hacían un sorteo para ver
a quién le tocaba cada panza”
Sandra,
de 32 años, es la hija mayor de Liliana y por circunstancias familiares
prácticamente se crió con su padre. Vivió mucho tiempo en Buenos Aires,
tiene dos hijos y cuando regresó a Posadas, a medida que visitaba a su
madre, se dio cuenta que algo raro pasaba en esa enorme casa de
inquilinato donde además viven sus hermanos.
Decidió intervenir al hablar con algunas de las chicas embarazadas, y
éstas le relataron la situación que estaban viviendo y el temor que les
generaba desobedecer a Liliana.
Varios intermediarios
Cuando Sandra comprendió la trama que había armado su madre, decidió
ayudar a escapar a las chicas de la casona y las albergó en su propia
casa. Ante semejante osadía, Liliana la amenazó, después fue a buscar a
las jóvenes y ante el escándalo que se armó en el barrio, actuó la
policía.
Sandra radicó la denuncia y las dos mujeres fueron
demoradas y luego trasladadas a la Alcaidía de Mujeres durante 20 días
al cabo de los cuales quedaron libres bajo fianza, aunque se labró un
sumario caratulado "supresión de estado civil y supuesta falsificación
de documento público", intervino el Juzgado de Instrucción I, a cargo de
Horacio Gallardo.
“En este negocio hay varios intermediarios, en
el que están incluidos por ejemplo los hermanos
de la abogada en Paraguay o “amigas” de las chicas en Posadas, y cuando
detectan las panzas, entre los abogados hacen un sorteo a ver con
cuántas se queda cada uno. Porque trabajan tres abogados y si son cinco
chicas uno de ellos se queda con dos. A veces, el primer lugar
adonde llegan no es la casa de Liliana, sino de alguna de las
intermediarias que obviamente cobran
para traer las panzas, después van a la casa de mi mamá, que sólo es una
parte de esta trama”.
La joven, al ver la desesperación de las
chicas por recuperar a sus hijos, decidió hacer la denuncia en la
Justicia nacional y después en Canal 13. El productor del equipo de
Telenoche Investiga, Miguel
Acosta, comenzó a investigar en Posadas y proveyó documentación al juez
Rey. Este entró en acción realizando allanamientos y recogiendo
testimonios de las jóvenes. Por ahora caratuló la causa como “supresión
de identidad”.
"Era buena conmigo"
El
caso de Antonia es muy similar al que cuenta Ursula sólo que además de
la letrada que ya fue identificada por el juez Rey, actuó otra abogada,
una ex funcionaria del Gobierno provincial. “En su estudio entregué a mi
hijo, ella hizo los papeles y varias veces fue a verme mientras estuve
internada en el Hospital Madariaga donde tuve a mi bebé el 17 de
diciembre pasado. La otra abogada era buena conmigo. Me decía que mi
hijo iba a estar mejor con el matrimonio que se lo llevó, que yo era
joven y podía tener más hijos". Otra de las chicas, Carolina, que logró
preservar su embarazo y tendrá
a su hijo en Paraguay.
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