
Cuando llegó a la mesa, una de las fiscales lo reconoció por las notas que le hicieron en los medios de prensa: “¿Sos el chico que se está por recibir de médico en Cuba, cómo va eso?”, le preguntó y Martín, tímidamente respondió: “muy bien, me falta sólo un año, ya estoy terminando”, a lo que la mujer le respondió: “Qué orgullo y qué suerte que votes en nuestra mesa”, le dijo sonriente.
“Y Martín, ¿qué se siente al votar?”, lo indagó el periodista al salir del cuarto oscuro: “Me sentí bien, con un poco de nerviosismo; pero estuvo bueno, fue medio raro… me gustó…no sé; estoy contento por haber votado, está bueno participar en una elección”, dijo el joven, entre risas.
Intercambio de saberes
Afuera de la escuela de Villa Cabello, los amigos de Martín aguardaban su regreso. Al salir, las cámaras de dos canales de la televisión local ingresaban a la escuela detrás de una funcionaria y al verlos, Martín los esquivó, tímido con las notas, y se escabulló festejando la hazaña con sus amigos.
El joven tiene 26 años, nació en la localidad misionera de El Alcázar, y cuando niño, la familia Paredes proveniente de la aldea Perutí, decidió establecerse en la capital provincial para que Isabelino Paredes terminara la escuela primaria y secundaria. “Después mi padre estudió enfermería”, contó Martín, anticipando que ahora podrá intercambiar con él, conocimientos de la medicina guaraní y la medicina occidental. (Publicado en Agosto de 2011)
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