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12 oct 2012

Totó la Mamposina: tambores en la sangre colombiana

En Córdoba, el Centro Cultural La Vieja Usina fue el marco con el que Totó La Momposina (ó Sonia Bazanta Vides, su nombre real) deslumbró a los cordobeses con su energía arrolladora. Invitada de lujo al Festival por el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, organizado por Perro Mundo Producciones, la colombiana desplegó una diversidad de canciones junto a sus "compadres", virtuosos músicos que se acoplan a esta embajadora musical del Caribe colombiano, que conquistó el mundo con su canto, su folclore, sus tambores, su emoción y su torrente de voz que brilla.

Córdoba (Patricia López Espínola/ Fotos: Florencia Salto).“¡Buenas noches Córdoba! nunca pensé que habría tanta gente dispuesta a escuchar nuestra música, nunca pensé que fuéramos tan conocidos y reconocidos. Nuestra presencia aquí a través de los tambores es en calidad de defender la música de la identidad que tiene que ver con nuestros ancestros indígenas, y nuestros ancestros africanos. Todo el continente latinoamericano y Europa tienen su raíz ahí, por eso se llama la música de la identidad. Nosotros, y de mi parte especialmente la hago por un compromiso de familia; pero a su vez con un compromiso hacia un país que se llama Colombia, mi país; pero a su vez ese compromiso es con la América", enfatizó ante un público ávido por escuchar sus cumbias, bullerengues, guarachas, tamboras, chalupas, sextetos, rumba y porros (que no se fuma precisamente) que tienen la medicina milagrosa de lograr que bailen hasta los más tímidos.

La femeneidad de la música
Con una sonrisa que iluminaba su rostro moreno y se instalaba en sus ojos, Totó agradeció que la hayan invitado a "este Festival por el derecho de las mujeres a exigir que no nos maltraten. Las mujeres somos la Madre Naturaleza, y los hombres son quiénes trabajan la Madre Naturaleza, o sea que debemos tener una mirada a través de la mujer, y en ese sentido el amor lo puede todo. La música es femenina y los músicos que están tocando acá son masculinos, y eso significa la conjunción de la música en sus manos”.
Relató cuánto les costó imponer “nuestra música que no estaba dentro del marketing, y que no existía prácticamente, fue muy difícil; pero estamos aquí celebrándolo”, dijo esta mujer que a los 72 años tiene una vitalidad mágica que recorre sus venas, vibra en su sangre y se expande por su cuerpo. Ella baila sobre el escenario al ritmo de los “soncitos”, entre otros ritmos acompañada de los diez músicos que conforman “sus tambores”.
“Ustedes se preguntarán por qué tengo guitarra y bajo eléctrico en mi banda”, remarcó antes de brindar una bella versión de El pescador: “sucede que a los muchachos les gusta meter sonidos nuevos en las canciones, y a mí me parece bien, siempre que esos sonidos eléctricos están al servicio de la música”, advirtió.

La mejor embajadora musical del Caribe

Totó La Momposina nació y se crió en Santa Cruz de Mompox, a 250 kilómetros al sur de Cartagena. Es la mejor embajadora musical del Caribe colombiano por décadas, una mujer comprometida cultural y políticamente, entre otras cosas se la recuerda porque aportó una canción para la campaña sobre la soberanía alimentaria de su país. Además de ser la cantante entrañable que Gabriel García Márquez eligió para que se exprese cuando lo distinguieron como Nobel de Literatura (de ahí su tema Soledad que también cantó en Córdoba), es la misma que Peter Gabriel sumó para sus cruzadas en favor de la world music (una fundación para sostener las singularidades de las músicas del mundo). Totó La Momposina es la cantante costera que más impacto generó en el mundo, ella sabe como nadie sobre la música regional popular y académica (egresó del Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia y cursó estudios del arte y la música en La Sorbona). Totó deslumbró a los 600 cordobeses que se dieron cita para escucharla, aplaudirla, disfrutarla hasta quedar exhaustos. Fue aplaudida de pie mientras se despidía con un “hasta pronto, les dejo mi corazón!!”, ese mismo que anda latiendo por el mundo al ritmo de los tambores…

“Los mapuches estamos de pie”

Esta Segunda Edición de Mujeres! se planteó como sucesora del otro show  que tuvo lugar en el mismo escenario de la Vieja Usina hace dos años, cuando las figuras convocantes fueron Lila Downs, Susana Baca y Mercedes Sosa, en lo que sería la última actuación de la “Negra” en Córdoba.
Esta vez a Totó la precedieron las bandas locales Diente de León, Quetral y la mapuche Beatriz Pichi Malén. Un párrafo aparte merece esta cantora que reivindica el bastión histórico de uno de los pueblos originarios fundamentales, habitantes de un territorio del que nadie da cuenta en los textos más que para confirmar su exterminio, desplazamiento y marginación. Plantada en el escenario con sus coplas y su kultrun (tambor sagrado mapuche que acompaña su relato cantado) Pichi Malén hizo saber que hay una vertiente del folklore por fuera de chacareras, zambas y malambos. “Nací en la comunidad de Los Toldos, de Los Toldos del Coliqueo, me nombraron Beatriz, mujer pequeña, así me llamo, y una sola cosa tengo para decir: los mapuches estamos de pié. Y nos es grato estar acá en este día tan sentido, para el opuesto del complemento como es la noche/el día; el fuego/el frio; la lluvia/la sequía; el hombre y la mujer”, dijo esta coplera que lleva su canto con la dignidad de representar a un pueblo que resiste. (Publicado en Diciembre de 2010)

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