El ministro de la Corte Suprema de Justicia,
Eugenio Raúl Zaffaroni brindó una magistral clase de historia en la
Plaza de Mayo, al conmemorarse los 200 años de la Asamblea del Año
XIII.
Ante una multitud, expresó que "un hecho histórico nunca es simplemente
un hecho del pasado, hay muchos que no tienen nada de
históricos. Es histórico justamente cuando un hecho pasado vive
o condiciona de alguna manera en nuestro presente, y más allá de todas
las críticas y las limitaciones de los parciales fracasos de la Asamblea
del Año XIII, este hecho vive en nosotros porque de alguna manera nos
definió dos modelos de Estado con dos pretendidos modelos de sociedad
respectivos que fueron dividiendo la historia argentina a lo largo de
éstos 200 años", aseveró.
Buenos
Aires (Por Patricia López Espínola). El magistrado hizo hincapié en que en esos dos modelos de Estado: "está
el de los privilegios, el modelo de la exclusión, de una libertad para
explotar, y el modelo de Estado de la inclusión, de la paulatina marcha
hacia la igualdad, el modelo de Estado de la solidaridad. Los modelos
transitan y dividen nuestra historia, sólo que a lo largo de la historia
nos confundieron, trataron de ocultarnos la verdadera dimensión de
estas libertades y derechos por los que bregaban nuestros próceres, y no
solamente los de la Asamblea del Año XIII, sino San Martín, Belgrano,
Bolívar y Sucre, los derechos por los que había teorizado Mariano
Moreno, pero vivenciaron San Martín y Bolívar, porque vivenciaban la
composición pluriétnica de sus Ejércitos; vivenciaban el color de la
piel de los pueblos que los aclamaban, y nuestros próceres fueron
asaltados, atacados, robados".
"¿Qué les robaron? ¿cuál fue el botín? -se preguntó Zaffaroni- Les
robaron el discurso del derecho de las libertades, para arrastarlo por
el fango de los intereses sectoriales, para desvirtuarlo, eran
asaltantes y asesinos!. Fíjense cómo terminó Moreno: una rara
indigestión en medio de un viaje, cómo terminó Bolívar: se lo llevó la
tuberculosis un rato antes de que intentaran matarlo de nuevo, San
Martín por suerte eligió el camino del exilio; pero cómo terminaron
Sucre y Monteagudo?: vilmente asesinados. Asesinos y salteadores de
caminos, les robaron el discurso de las libertades, lo deformaron y lo
pervirtieron para que nos confundiéramos a lo largo de la historia. Ese
discurso lo alzaron contra las mayorías excluidas, lo usaron para
defender la libertad de los poderosos, para esclavizar y asesinar a los
débiles. En su nombre se cometieron los peores crímenes. En su nombre se
realizó el más cruel y vergonzoso genocidio de nuestros pueblos
originarios; en su nombre se borró nuestros rastros de nuestra cultura;
en su nombre se bombardeó esta plaza, en su nombre desaparecieron 30 mil
argentinos... Lo que debe brillar por fuerza, lo hará y hoy venimos a
recuperar el verdadero sentido humanista de los derechos fundamentales a
la libertad, a la igualdad, a la fraternidad!", exclamó.
"La discriminación y el racismo siguen vigentes"
El juez de
la Corte Suprema de Justicia, admitió que "es verdad que la Asamblea del
Año XIII lo tomó de la Constitución de Cádiz, de las declaraciones
francesas, claro, y nadie tiene el privilegio ni la exclusividad de
llevar la luz de la humanidad; pero yo les aseguro que la declaración
fue argentina, y la conciencia de la humanidad su libertad, claro, que
no se compaginaba con la realidad tuvo poca importancia; pero nunca una
declaración se compagina con la realidad, justamente, una declaración es
un programa, y si es un programa es porque a la realidad hay que
cambiarla. El argumento reaccionario de que no se compagina con la
realidad, es el argumento que esgrimía el mundo contra todas las
declaraciones de derechos. En definitiva, en los 200 años que pasaron y
con todo lo que ocurrió en la Argentina, en América Latina y en el
mundo, en estos 200 años de genocidio, masacres y guerras, lo que
siempre vemos es la lucha por la igualdad, el testamento, la clase en lo
interno de las sociedades, la lucha por la igualdad entre las Naciones,
lucha entre centro y periferia, siempre lucha por la igualdad",
reflexionó.
Zaffaroni enfatizó que la discriminación y el racismo siguen vigentes.
"No murieron con la libertad de vientres, ni con la igualdad de los
pueblos originarios, ni con la supresión de los títulos nobiliarios. El
racismo muestra su cara tétrica a cada rato, aunque los bien pensantes
saben que no deben invocarlo, aunque a veces se les escapa algún
exabrupto. El racismo vive, lo piensan, solo que saben que no lo deben
decir, y no lo deben decir porque el racismo se enredó en el propio
centro y provocó una masacre y un genocidio de dimensiones
incalificables y absolutamente repudiable; y eso determinó que un día
dijeran "todo ser humano es persona", necesitaron miles de años para
darse cuenta de eso!, la raza humana parece ser la más idiota de todas
las razas, no creo que ningún perro o gato dude de que otro de su
especie lo sea, todavía tenemos seres humanos que lo dudan", ironizó.
Derecho humano al desarrollo social
El juez Zaffaroni
recordó que a partir de 1948, desde el centro del poder planetario, se
teorizan los derechos humanos. "Primero aparecieron los que dijeron que
los derechos humanos sociales, culturales, etc, son contrarios a los
individuales. Claro, en la medida en que los derechos individuales sean
usados para explotar al resto -ironizó-. Ese debate parece que acabó, y
alguna gente un poco más racional, dijo que no puede haber derechos
humanos individuales, sociales, etc., lo cual es obvio, claro; pero se
tardó un tiempo en llegar a esa obviedad. Pero los mismos teóricos que
son más racionales nos dicen que hay derechos humanos de primera,
segunda y tercera generación, como si fuera por orden de aparición, y en
los de tercera generación aparece el derecho humano al desarrollo
social, entendiendo como desarrollo social al desarrollo humano, no en
términos de PBI solamente".
Remarcó que fue en América Latina, esto es exactamente inverso. "¿Cuál
es el primer paso del derecho al desarrollo?: el de la emancipación, el
anticolonialismo, el librarse del colonialismo, porque resulta que ese
supuesto derecho humano de tercera generación de los teóricos centrales,
para nosotros son los primeros, y así lo vieron San Martín y Bolívar y
todos los que nombre antes, porque entendían que no podía haber libertad
sin dignidad de esos seres humanos que integraban sus ejércitos,
hombres y mujeres, sí, porque también las lapidas de la historia esta
poblada de mujeres heroicas, no hay que olvidarlo nunca!".
"Necesidad de conducción política para conquistar derechos"
Ante
una multitud que lo escuchaba atentamente, y por momentos lo aplaudía
fervorosamente, el magistrado subrayó: "Si uno se preguntara si es
necesario que haya conducción política a la hora de la conquista de
derechos, tendríamos que respondernos que sin conducción política no hay
conquista de derechos, conquistar derechos es una lucha política sin
dudas, que después se va plasmando jurídicamente. En esa lucha política,
los latinoamericanos tenemos nuestro propio camino, son caminos
diferentes, porque no puede ser el mismo camino el del centro que el de
la periferia; nuestro camino a veces puede tener defectos, puede no ser
tan cerradamente programático ni dogmático como pretenden ser los del
centro, que tampoco lo son del todo. Nuestros caminos en el Siglo XX -si
hacemos el balance Latinoamericano- fueron los populismos, que no les
quepa la menor duda. Si esos populismos no sé si nosotros sabríamos leer
y escribir, con todos sus defectos, con todos sus problemas y
contradicciones, no los neguemos; pero fueron los que ampliaron la base
de ciudadanía real, sin eso seguiríamos con las Repúblicas oligárquicas
de comienzos del Siglo XX", manifestó Zaffaroni.
No hay comentarios:
Publicar un comentario