Ninguna autoridad que dice representarnos -como la Dirección Provincial de Asuntos Guaraníes- abre la boca cuando no tenemos para comer y nuestros niños se meten en los contenedores de basura buscando comida. Cuando algunas madres ven esto, salen desesperadas de las aldeas rumbo a Oberá y Posadas, queriendo vender sus artesanías o bolsitas con limones para que sus hijos puedan comer".
SAN IGNACIO, Misiones (Por Patricia López Espínola). Dos hechos ocurridos en la semana motivaron la reacción de caciques de comunidades mbya guaraní, que reunidos en asamblea en Colonia Delicia, Municipio de Mado, esperan una respuesta del ministro de Salud Pública de Misiones, Walter Villalba, para que resuelva la precaria situación sanitaria que padecen.
Nuevamente integrantes de los pueblos originarios sufrieron la desidia de los médicos, sumado a las actitudes de discriminación de algunas personas hacia ellos.
Una joven embarazada, Sofía Moreira de 16 años, mientras viajaba desde Posadas hasta Marangatú, Puerto Leoni, en un colectivo de media distancia, acompañada por Francisca Ramos, la hija del cacique de su comunidad, comenzó a sentir contracciones y pidió bajar del transporte en San Ignacio.
Francisca buscó ayuda en la comunidad de Chapa-í, donde vive una enfermera mbya guaraní que trabaja en Pediatría. Fueron al Hospital de San Ignacio, y la médica de guardia que las atendió, doctora Melo, les dijo que no había que preocuparse por las contracciones, porque la adolescente aún no estaba con trabajo de parto: sugirió que se haga un control más exhaustivo en el Hospital de Jardín América, pero por sus propios medios porque no había móvil para llevarla.
Derivación a Posadas
Ante esta respuesta, la enfermera mbya decidió recurrir telefónicamente al director de Área Indígena del Ministerio de Salud Pública, y al contarle el caso, éste habló con la profesional para pedirle que deriven a la embarazada a la Maternidad de Posadas, y la doctora Melo tuvo que conseguir una ambulancia -que minutos antes le negó a la embarazada de 36 semanas- para su traslado a Posadas.
"Gracias a Dios la doctora Nancy Maidana, de la Maternidad del Hospital Madariaga nos atendió muy bien, y Sofía quedó internada y en observación", dijo la enfermera. Horas después nació Diego Ismael, con 2,900 kilos y actualmente los dos gozan de buena salud.
Queda latente la pregunta acerca de qué hubiera ocurrido si el traslado no se hacía rápidamente?. Posiblemente Misiones estaría lamentando otra víctima de la desidia de algunos médicos del sistema de Salud Pública de la provincia.
Una joven embarazada, Sofía Moreira de 16 años, mientras viajaba desde Posadas hasta Marangatú, Puerto Leoni, en un colectivo de media distancia, acompañada por Francisca Ramos, la hija del cacique de su comunidad, comenzó a sentir contracciones y pidió bajar del transporte en San Ignacio.
Francisca buscó ayuda en la comunidad de Chapa-í, donde vive una enfermera mbya guaraní que trabaja en Pediatría. Fueron al Hospital de San Ignacio, y la médica de guardia que las atendió, doctora Melo, les dijo que no había que preocuparse por las contracciones, porque la adolescente aún no estaba con trabajo de parto: sugirió que se haga un control más exhaustivo en el Hospital de Jardín América, pero por sus propios medios porque no había móvil para llevarla.
Derivación a Posadas
Ante esta respuesta, la enfermera mbya decidió recurrir telefónicamente al director de Área Indígena del Ministerio de Salud Pública, y al contarle el caso, éste habló con la profesional para pedirle que deriven a la embarazada a la Maternidad de Posadas, y la doctora Melo tuvo que conseguir una ambulancia -que minutos antes le negó a la embarazada de 36 semanas- para su traslado a Posadas.
"Gracias a Dios la doctora Nancy Maidana, de la Maternidad del Hospital Madariaga nos atendió muy bien, y Sofía quedó internada y en observación", dijo la enfermera. Horas después nació Diego Ismael, con 2,900 kilos y actualmente los dos gozan de buena salud.
Queda latente la pregunta acerca de qué hubiera ocurrido si el traslado no se hacía rápidamente?. Posiblemente Misiones estaría lamentando otra víctima de la desidia de algunos médicos del sistema de Salud Pública de la provincia.
Necesidad de centros de salud y movilidad
Las comunidades de Misiones se sienten abandonadas, el caso de la niña que murió en Ysyry, Municipio de Mado, es similar al que ocurrió en el 2006, con Agustín, de tres meses, el hermanito de Julián Acuña (el chico operado del corazón en el Hospital Gutiérrez de Buenos Aires) de Pindó Poty, El Soberbio, que padecía un severo cuadro de neumonía, y murió esperando que llegue la ambulancia..
Esto motivó que el cacique de Ysyry, Dalmacio Ramos, convoque a comunidades vecinas en asamblea: Takuapí Miní, Aguaray Miní y Aguay Poty, y reclamó que el ministro de Salud Pública, Walter Villalba, "se haga responsable por la muerte de Paola Ramos, la beba de 1 año que murió el domingo. Queremos que venga a nuestra aldea, nos escuche y resuelva esta situación instalando una sala de atención sanitaria y una ambulancia permanente, porque no es la primera vez que pasa algo así. Cuando hay una mujer embarazada llamamos y siempre tardan, y las mujeres terminan teniendo a sus hijos en las comunidades o en la ambulancia, consideramos que eso es una discriminación".
Empobrecidos
Las comunidades de Misiones se sienten abandonadas, el caso de la niña que murió en Ysyry, Municipio de Mado, es similar al que ocurrió en el 2006, con Agustín, de tres meses, el hermanito de Julián Acuña (el chico operado del corazón en el Hospital Gutiérrez de Buenos Aires) de Pindó Poty, El Soberbio, que padecía un severo cuadro de neumonía, y murió esperando que llegue la ambulancia..
Esto motivó que el cacique de Ysyry, Dalmacio Ramos, convoque a comunidades vecinas en asamblea: Takuapí Miní, Aguaray Miní y Aguay Poty, y reclamó que el ministro de Salud Pública, Walter Villalba, "se haga responsable por la muerte de Paola Ramos, la beba de 1 año que murió el domingo. Queremos que venga a nuestra aldea, nos escuche y resuelva esta situación instalando una sala de atención sanitaria y una ambulancia permanente, porque no es la primera vez que pasa algo así. Cuando hay una mujer embarazada llamamos y siempre tardan, y las mujeres terminan teniendo a sus hijos en las comunidades o en la ambulancia, consideramos que eso es una discriminación".
Empobrecidos
Los guaraníes expresaron que "los que nunca pasaron necesidades, ni pisaron la tierra en las duras heladas, los que nunca perdieron un almuerzo, una comida, no pueden entender lo que nos pasa a los pueblos empobrecidos que sabemos cuánto se sufre los días de lluvias, cuando en la tierra mojada no prende el fuego y tenemos que aspirar humo. Ninguna autoridad que dice representarnos como la Dirección de Asuntos Guaraníes, abre la boca cuando no tenemos para comer y nuestros niños se meten en los contenedores de basura buscando comida. Cuando algunas madres ven esto, salen desesperadas de las aldeas rumbo a Oberá y Posadas, queriendo vender sus artesanías o bolsitas con limones".
Pero el director de Asuntos Guaraníes, Arnulfo Verón,, pide que no se les de monedas, "a nuestros chicos que andan por las calles. No le importa que estén desabrigados, y descalzos bajo el frío y la lluvia. Pide que no les ayuden con monedas; pero tampoco busca una solución para nuestras familias que no tienen viviendas secas, y pretende que sobrevivamos con tarjetas alimentarias que están sin habilitar desde hace tres meses", denunciaron.
Agregaron que Miki Verón "también miente cuando asegura que los promotores de salud mbya ganan más de 7000 pesos. Los promotores de la provincia cobran 2.500 y algunos 4500 pesos, como becas de la Nación, y con esa plata tienen que pagar pasajes todo los días para trasladarse a trabajar, y no les alcanza porque nadie puede sostener a una familia con ese salario miserable", manifestaron indignados.
Pero el director de Asuntos Guaraníes, Arnulfo Verón,, pide que no se les de monedas, "a nuestros chicos que andan por las calles. No le importa que estén desabrigados, y descalzos bajo el frío y la lluvia. Pide que no les ayuden con monedas; pero tampoco busca una solución para nuestras familias que no tienen viviendas secas, y pretende que sobrevivamos con tarjetas alimentarias que están sin habilitar desde hace tres meses", denunciaron.
Agregaron que Miki Verón "también miente cuando asegura que los promotores de salud mbya ganan más de 7000 pesos. Los promotores de la provincia cobran 2.500 y algunos 4500 pesos, como becas de la Nación, y con esa plata tienen que pagar pasajes todo los días para trasladarse a trabajar, y no les alcanza porque nadie puede sostener a una familia con ese salario miserable", manifestaron indignados.
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