Translate

5 sept 2016

El Eslabón Podrido... o la violencia contenida que estalla

En el filme de Javier Diment, Paula Brasca traspasa la pantalla. Y transita su papel cabeza a cabeza
con dos monstruos de la actuación como Luis Ziembroski y Marilú Marini, quienes lograron comprender la concepción de lo que director quería contar y cómo hacerlo. "Se dio esa alquimia afortunada y la película comunica de manera contundente e interpelando fuertemente", expresa la actriz.
"El Eslabón Podrido habla de los vínculos, y de cómo la violencia surge de alguien que está dañado, y a veces el único horizonte que tiene es devolverla. Porque suele pasar que cuando pensamos en la violencia no lo hacemos desde sus causas, sino que queremos arrancarla, marginarla y ponerla a un costado, como si el otro que hace daño no fuera parte de la sociedad. No reflexionamos sobre cuáles son las causas históricas que generan que esa persona sólo pueda reaccionar de manera violenta",
subrayó.

OBERÁ, Misiones (Por Patricia López Espínola/Fotos: Sofía Schiavoni). El XIII Encuentro Internacional de Realizadores Oberá en Cortos, se despidió hasta el 2017 con una joyita cinematográfica: "El Eslabón Podrido", del director Valentín Javier Diment, quien además actúa en el filme, y con la presencia de Paula Brasca, una de las protagonistas..
La joven se puso en la piel de Roberta, su personaje, por circunstancias fortuitas, ya que -según explicó- ese papel era para una actriz escocesa (Pollyanna McIntosh) que no comprendió que iba a ser doblada. Cuando lo entendió, viajó rumbo a Inglaterra, y desde ahí escribió que no lo iba a hacer. "Así fue que Javier (Diment) me pidió que la sustituyera".
Finalmente, las causalidades del destino le permitieron llegar "a un guión y a una película tremenda, a la que tuve que entregarme, y estoy muy contenta de haberlo hecho", expresó.
Tremenda e intensa también es la actuación de la joven, que le pone el cuerpo al personaje de una prostituta marginal, estigmatizada y víctima de abusos en un pueblo llamado El Escondido.
 

Rodeada de grandes actores
En el filme de Diment, Paula Brasca traspasa la pantalla, y transita su papel cabeza a cabeza con dos monstruos de la actuación que también protagonizan el largometraje, Luis Ziembroski y Marilú Marini. "Ellos son compañeros de lujo y me siento muy afortunada por haber trabajado con esos actores que tienen muchísima experiencia y que no pararon de actuar en los últimos 40 o 50 años. Es un privilegio, aprendí un montón, y además son muy buenas personas y fueron muy generosas conmigo".
Destacó que en "El Eslabón..." lograron comprender la concepción del director, lo que quería contar y cómo hacerlo. "Se dio esa alquimia afortunada y la película comunica de una manera contundente, interpelando fuertemente"
Afirmó que también habla de los vínculos, "y de cómo la violencia surge de alguien que está dañado, y a veces el único horizonte que tiene es devolverla. Porque suele pasar que cuando pensamos en la violencia no lo hacemos desde sus causas, sino que queremos arrancarla, marginarla y ponerla a un costado, como si el otro que hace daño no fuera parte de la sociedad; sin reflexionar cuáles son las causas históricas que generan que esa persona, encuentre sólo esa forma violenta de reaccionar".

 
Lo que se viene...
La actriz estudia actuación desde los 13 años, y algunos de sus profesores fueron Augusto Fernández, Julio Chávez, Norma Aleandro, Cristina Banegas, y Alberto Segado. Paralelamente, también estudió la Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires, con especialidad en Periodismo. "Trabajo desde los 18 años en cine, televisión y teatro. Aunque ahora estoy profundizando más en el cine, es mi momento cinematográfico", cuenta la actriz.
Actualmente está haciendo la tercera temporada de la obra "Si no te veo, felices fiestas", escrita y dirigida por Pablo Bellocchio, y espera el estreno de "La valija de Benavídez", de la directora Laura Casabé (basada en un cuento de Samanta Schweblin), y comparte elenco con Norma Aleandro, Jorge Marrale y Guillermo Pfening, entre otros.
A fin de año tiene previsto filmar una película de terror en Epecuén, provincia de Buenos Aires, y otra sobre los montoneros, basada en la novela "La casa de los conejos", de Laura Alcoba, y que será dirigida por Valeria Selinger.

"Me alegra esta apuesta fuerte a la cultura"
Con respecto al Festival Oberá en Cortos destacó que fue muy grato encontrar un movimiento cultural tan rico. "Me sorprende y me alegra que haya una apuesta fuerte por la cultura en una ciudad como Oberá, a la que no conocía. Estuve en Misiones hace unos meses de vacaciones en Cataratas del Iguazú, pero no mucho más", señaló.
Celebra que al "Eslabón..." le esté yendo muy bien, tanto en los festivales internacionales por donde circuló primero, Cannes (Francia) e Inglaterra. Ganó premios en Bilbao, Brasil y Bruselas. "Y ahora llegó a casa, y me pone contenta porque tenia ganas de compartir el cine en mi patria, con mis coetáneos, disfrutar que tiene buenas críticas y una gran recepción en la gente".


"Está bueno que en nuestro cine haya géneros"
Acerca de su mirada sobre el cine nacional, Paula Brasca opinó que está viendo más aventura en el cine argentino. "Creo que cada vez los directores se arriesgan más y se salen del estándar el cine nacional al que estábamos acostumbrados. Aparecen los géneros, tanto el terror como un cine más fantástico y maravilloso, más onírico, y me parece que es interesante porque nos diversifica desde la oferta nacional, permite empezar a contar otro tipo de historias, y sacude un poco la modorra de ese realismo a veces muy sostenido en el paisaje y el exotismo local", dijo.
Y a la pregunta de cuáles son sus directores preferidos -además de Diment-, nombró a Adrián Caetano, con quien trabajó en televisión, a Juan José Campanella, y a Lucrecia Martel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario