El actor puso en valor la condición humana en cualquier personaje al que le toque ponerle el cuerpo. Celebró ser un hombre de este tiempo, como persona y como actor sumergido en la cultura popular. "Es impensable hacer cine sin subsidios. El Festival Oberá en Cortos, por ejemplo, no sería posible si no tuviera apoyos provincial o nacional", argumentó.
Oberá, Misiones (Patricia López Espínola /Fotos: Esteban Baigorri). Con gran experiencia sobre sus hombros, el actor Jorge Román integró el jurado de la Competencia Internacional del Festival Oberá en Cortos 2013. Además brindó un taller de actuación y presentó el estreno de la película, "Ulises" filmada en Chile, que lo tiene como protagonista. Román nació en Formosa, es profesor de Ciencias de la Educación, y hace muchos años, con el título bajo el brazo partió hacia Buenos Aires a trabajar como docente. Cumpliendo ese rol, le picó el bichito de la actuación, comenzó a hacer casting, y se le fueron dando oportunidades en televisión.
"Después de mi participación en la película Felicidades, sucedió el punto de inflexión fuerte porque me enamoré del cine. Al tiempo vino El Bonaerense y con eso despegué fuerte por la trascendencia que tuvo la película. En estos últimos años empecé a despuntar el vicio de la docencia, e incursioné en los talleres de actuación en cine, y ahora también me está picando el bichito de dirigir una película", cuenta el actor que tiene el talento de hacer creíble cualquier papel al que le ponga el cuerpo.
Román, todavía recuerda que sus padres cada vez que “llegaba alguna película a su pueblo de Formosa, siempre iban a verla, y después ése era tema de conversación. Algo muy raro hace 40 años atrás que en un pueblito escondido en el confín de nuestro país, escuchar a tus padres hablar de una película. También en esa época existía el radioteatro, todo un mundo de representaciones y de actuaciones que se imponía como acto de presencia. Y además mis padres eran cinéfilos de manera sistemática", señaló.
Rasgos de hombre de Latinoamérica
No dejar de lado la condición humana
En su rol de docente, Jorge Román destacó que es indispensable, ya sea una película o la otra; cualquier investigación o personaje en cuestión que le toque, "no se puede dejar de lado la condición humana, porque me parece que ahí, en ese piso es donde somos todos iguales. Como dice Séneca: `Hombre soy y nada humano me es ajeno´. Entonces me parece que cuando uno entra en la hondura de esa condición, hay algo dentro mio que es peruano, militar, isleño u obrero".
Precisamente sobre la condición humana, sobre la síntesis y el minimalismo se basó el actor formoseño en el taller de actuación que dictó en la Facultad de Artes de la UNaM. “Creo que la formación original o la más común del actor es el teatro, y el teatro requiere un tiempo y unas características por la escena, por el recorrido que se hace, que no es el recorrido ni el tiempo que requiere el set. A veces para hacer ese tránsito de la escena al set, se necesita ejercicio, formación, práctica. Me parece que hay un momento en que eso se incorpora. Si está el deseo,el amor y las ganas de hacer este tipo de cosas, eso aflora", subrayó.
El protagonista de Nordeste, vivenció la particularidad de ver a dos de sus alumnos, participando en la 10ma Edición Festival Oberá en Cortos, una como actriz y el otro como director. "Me generó mucha alegría, el año pasado di un taller y hoy veo cuánto se justifica esto de desplazarme de Buenos Aires para acá e instalarme unos días lejos de mi familia y mis amigos. Pongo el acento que en realidad tienen que ver con la movida que genera el festival, porque yo podría estar o no, o haber venido otro actor e iba a generar lo mismo o más. Cuando uno ve concretado ese tipo de cosas, se da cuenta que vale la pena estar haciendo esto, y que no queda solamente que en el taller, es grandioso. Si (Enrique) Pinti dice: ´Pasan los gobiernos y quedan los artistas´. Yo agregaría que quedan los artistas y queda lo humano que en definitiva es lo fundamental", acotó.
Es impensable el cine sin subsidios
Acerca de cómo inciden los subsidios que brinda el INCAA para la realización de producciones audiovisuales, Jorge Román destacó que “es impensable el cine sin subsidios, sin que haya una ayuda del gobierno nacional. En ese aspecto, particularmente como ciudadano estoy sumamente feliz de pertenecer a este tiempo, lo celebro como persona, como actor y como ser humano, adhiero al proyecto nacional. Este festival por ejemplo, no podría ser posible si no tuviera apoyo. Hay realizaciones culturales y particularmente el cine en el que hoy trabaja un gran sector que antes no estaba incluido. Y aún cuando no existiera la coyuntura política, creo que hoy la movida de relacionarse profundamente entre pueblos como Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes, Córdoba, Tucumán y que vayan haciendo cosas en conjunto, creo que supera a la coyuntura política. Pienso que dentro de unos años vamos a estar hablando sobre las películas que se presentan en el Festival de la zona, que serán 5, 10, 15, 20, 50 producciones o co-producciones entre Santiago del Estero y Chaco, por ejemplo, con historias que sólo pueden ser contadas por gente de la zona, con técnicos, con actores, producciones particulares que deben tener el apoyo del gobierno, Creo que movidas como éste Festival de Oberá son las que van a permitir que ocurra, y no pasará mucho tiempo", reflexionó el actor.
El arte como lugar de libertad
Basándose en su segunda participación en el Oberá en Cortos, el actor de "Ulises", se vio gratamente sorprendido por la enorme convocatoria de gente joven, de distintas partes del país, e inclusive de países limítrofes. “Es gente que viene, llena el cine y disfruta de las películas. No siempre en los festivales la gente va a ver películas todo el tiempo. Y no es sólo el hecho de ir al cine, sino de encontrarse y de tratar de generar proyectos y trabajo", relató entusiasmado.
En cuanto a la elección de estrenar Ulises en el Espacio INCAA de Oberá, remarcó que le pareció el marco ideal para presentarla. “Me interesaba hacerlo en ese cine, porque justamente al no haberla estrenado en el país, pedí a los productores que me autorizaran que se proyecte, por eso que busca el Festival, ese contexto por el cual se moviliza que es el tema de la identidad y la diversidad cultural. Y en este caso Ulises trata particularmente sobre el tema de la inmigración con esa particularidad, la inmigración peruana en Chile, y yo argentino poniéndole el cuerpo a ese Julio que es inmigrante".
Este talentoso actor habló de los distintos ámbitos que lo relacionan en el cine. “No escatimo ganas, actuando, dando clases o dirigiendo trato de poner todo lo que puedo. Después si sale bien o no, ahí ya lo evalúa el otro. Considero que si tengo el privilegio de vivir de esto que amo, no puedo no disfrutar. Para mí el arte es una celebración porque me parece que es el lugar de la libertad. En el arte las oraciones son conjuntivas, y ahí es donde entiendo por qué Oscar Wilde decía que el arte era amor a algo y por eso es inclusivo; celebro eso y lo disfruto mucho", manifestó.
"Después de mi participación en la película Felicidades, sucedió el punto de inflexión fuerte porque me enamoré del cine. Al tiempo vino El Bonaerense y con eso despegué fuerte por la trascendencia que tuvo la película. En estos últimos años empecé a despuntar el vicio de la docencia, e incursioné en los talleres de actuación en cine, y ahora también me está picando el bichito de dirigir una película", cuenta el actor que tiene el talento de hacer creíble cualquier papel al que le ponga el cuerpo.
Román, todavía recuerda que sus padres cada vez que “llegaba alguna película a su pueblo de Formosa, siempre iban a verla, y después ése era tema de conversación. Algo muy raro hace 40 años atrás que en un pueblito escondido en el confín de nuestro país, escuchar a tus padres hablar de una película. También en esa época existía el radioteatro, todo un mundo de representaciones y de actuaciones que se imponía como acto de presencia. Y además mis padres eran cinéfilos de manera sistemática", señaló.
En el camino hacia su carrera, Jorge Román considera que su apariencia física lo benefició, ya que le permitió establecer ventajas sobre algunos actores. “La suerte vino por ese lado, de repente íbamos 20, 30, 50 o 100 a un casting, y yo marcaba la diferencia por mis características físicas. Y fue más fuerte la influencia cuando comenzó éste movimiento del nuevo cine argentino donde se empieza a retratar cada vez con más fuerza lo que antes no había sido retratado, con gente del interior, de las provincias, personajes que no tenían que ver con lo usual del cine de guantes blancos, una movida que retrataba al hombre común. Incluso por ese mismo hecho, pude actuar en el exterior con prestigiosos directores de afuera. Soy consciente de que aún cuando ellos no lo expliciten, incidió el hecho de que tengo características físicas de acá, de Latinoamérica", dijo orgulloso.
Sin embargo, los personajes que le tocó representar por su apariencia, van en desmedro de su formación cultural y universitaria. Destacó que en el caso de la excelente película La León conde representa a un isleño que tiene que cortar juncos e ir al obraje, "se trata de mundos paralelos que no los vivo en la cotidianeidad y lo voy construyendo mediante investigaciones”.
Respecto a esto, resaltó que “hay un punto de partida obligatorio que es el que quiere contar el guión, el personaje que te toca personifcar y lo que pide el director. Después está la cuestión de que en el cine cuando te toca protagonizar, en general, por lo menos hay entre seis meses y un año donde vas y venís, hablás con el director, reconocés los lugares donde te toca actuar, como en el caso de Ulises, que fui a Chile y a Perú y me encontré con gente del lugar. En el caso de Perú me tocó muy fuerte y se dio naturalmente, cuando me quise dar cuenta, entré por ejemplo en el mundo de la literatura y de la música peruana. Esas cosas se van sedimentando naturalmente, y después salen o no, la filmación y el director te van moldeando y llevando", explicó
No dejar de lado la condición humana
Precisamente sobre la condición humana, sobre la síntesis y el minimalismo se basó el actor formoseño en el taller de actuación que dictó en la Facultad de Artes de la UNaM. “Creo que la formación original o la más común del actor es el teatro, y el teatro requiere un tiempo y unas características por la escena, por el recorrido que se hace, que no es el recorrido ni el tiempo que requiere el set. A veces para hacer ese tránsito de la escena al set, se necesita ejercicio, formación, práctica. Me parece que hay un momento en que eso se incorpora. Si está el deseo,el amor y las ganas de hacer este tipo de cosas, eso aflora", subrayó.
El protagonista de Nordeste, vivenció la particularidad de ver a dos de sus alumnos, participando en la 10ma Edición Festival Oberá en Cortos, una como actriz y el otro como director. "Me generó mucha alegría, el año pasado di un taller y hoy veo cuánto se justifica esto de desplazarme de Buenos Aires para acá e instalarme unos días lejos de mi familia y mis amigos. Pongo el acento que en realidad tienen que ver con la movida que genera el festival, porque yo podría estar o no, o haber venido otro actor e iba a generar lo mismo o más. Cuando uno ve concretado ese tipo de cosas, se da cuenta que vale la pena estar haciendo esto, y que no queda solamente que en el taller, es grandioso. Si (Enrique) Pinti dice: ´Pasan los gobiernos y quedan los artistas´. Yo agregaría que quedan los artistas y queda lo humano que en definitiva es lo fundamental", acotó.
Acerca de cómo inciden los subsidios que brinda el INCAA para la realización de producciones audiovisuales, Jorge Román destacó que “es impensable el cine sin subsidios, sin que haya una ayuda del gobierno nacional. En ese aspecto, particularmente como ciudadano estoy sumamente feliz de pertenecer a este tiempo, lo celebro como persona, como actor y como ser humano, adhiero al proyecto nacional. Este festival por ejemplo, no podría ser posible si no tuviera apoyo. Hay realizaciones culturales y particularmente el cine en el que hoy trabaja un gran sector que antes no estaba incluido. Y aún cuando no existiera la coyuntura política, creo que hoy la movida de relacionarse profundamente entre pueblos como Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes, Córdoba, Tucumán y que vayan haciendo cosas en conjunto, creo que supera a la coyuntura política. Pienso que dentro de unos años vamos a estar hablando sobre las películas que se presentan en el Festival de la zona, que serán 5, 10, 15, 20, 50 producciones o co-producciones entre Santiago del Estero y Chaco, por ejemplo, con historias que sólo pueden ser contadas por gente de la zona, con técnicos, con actores, producciones particulares que deben tener el apoyo del gobierno, Creo que movidas como éste Festival de Oberá son las que van a permitir que ocurra, y no pasará mucho tiempo", reflexionó el actor.
El arte como lugar de libertad
Basándose en su segunda participación en el Oberá en Cortos, el actor de "Ulises", se vio gratamente sorprendido por la enorme convocatoria de gente joven, de distintas partes del país, e inclusive de países limítrofes. “Es gente que viene, llena el cine y disfruta de las películas. No siempre en los festivales la gente va a ver películas todo el tiempo. Y no es sólo el hecho de ir al cine, sino de encontrarse y de tratar de generar proyectos y trabajo", relató entusiasmado.
En cuanto a la elección de estrenar Ulises en el Espacio INCAA de Oberá, remarcó que le pareció el marco ideal para presentarla. “Me interesaba hacerlo en ese cine, porque justamente al no haberla estrenado en el país, pedí a los productores que me autorizaran que se proyecte, por eso que busca el Festival, ese contexto por el cual se moviliza que es el tema de la identidad y la diversidad cultural. Y en este caso Ulises trata particularmente sobre el tema de la inmigración con esa particularidad, la inmigración peruana en Chile, y yo argentino poniéndole el cuerpo a ese Julio que es inmigrante".
Este talentoso actor habló de los distintos ámbitos que lo relacionan en el cine. “No escatimo ganas, actuando, dando clases o dirigiendo trato de poner todo lo que puedo. Después si sale bien o no, ahí ya lo evalúa el otro. Considero que si tengo el privilegio de vivir de esto que amo, no puedo no disfrutar. Para mí el arte es una celebración porque me parece que es el lugar de la libertad. En el arte las oraciones son conjuntivas, y ahí es donde entiendo por qué Oscar Wilde decía que el arte era amor a algo y por eso es inclusivo; celebro eso y lo disfruto mucho", manifestó.
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